viernes, 9 de junio de 2017

¿Deben votar sólo los más preparados?, de Rodrigo Terrasa

“Ni las personas que desconocen quién fue Napoleón ni los gordos que siguen comiendo donuts deberían poder votar. Lo dice el segundo Iniesta más influyente en España, Robe, cantante y poeta de Extremoduro, y resume con voz nicotinada lo que otros pensadores han plasmado en refinados estudios de teoría política: «Lo malo de la democracia es que todo el mundo puede votar».

La solución a las inquietudes de Robe se llama epistocracia, remedio insinuado por Platón o John Stuart Mill hace siglos y perfeccionado por el filósofo y profesor en la Universidad de Georgetown Jason Brennan en su último libro, uno de los más polémicos del pasado año, Against Democracy (Contra la democracia)”.

Así de rotundo comienza el artículo de Rodrigo Terrasa que comentamos en esta sesión, última de la 2ª temporada de Articularia. Un primer párrafo provocador que incita a seguir leyendo el artículo hasta el final.


www.elmundo.es/papel

«El mejor argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante medio»
(Palabras de Winston Churchill)

Impresiones de la sesión

 Estuvo animada la última reunión del curso escolar de Articularia. El tema era atrayente, ¿Deben votar sólo los más preparados?, de Rodrigo Terrasa. La presentación corrió a cargo de César. Y en la misma nos hizo una documentada exposición tanto de las aportaciones del nobel autor, como de la peculiar concepción que considera el artículo, que no es otra que dar una mayor relevancia, en los procesos electorales, a todos aquellos que demuestran un mayor preocupación por la dinámica política, entendida ésta como el interés por las cuestiones públicas. También el ponente aportó las críticas que a otros autores les merecía esta visión de Terrasa.

Todos coincidimos en la idea de que el tema es muy de actualidad a raíz sobre todo de los sorprendentes resultados de las elecciones generales celebradas en EEUU y de la salida del Reino Unido tras el referéndum. La pregunta que nos planteamos es ¿están los electores informados de las propuestas electorales de los candidatos a los que votan?. El último barómetro de CIS confirma que a más de la mitad de los votantes españoles la política les interesa poco o nada; cuesta creer que estos votantes se molesten en informarse sobre un tema que ellos mismo reconocen que no les interesa. A raíz de los resultados del último estudio sobre el conocimiento de los ciudadanos en materia electoral, el sociólogo Fermín Bouza concluye lo siguiente: “La gente no sabe, ignora los programas políticos y económicos, y, muchas veces ni siquiera los entiende porque es ignorante en economía y otras cuestiones”.




A partir de esta realidad nos planteamos si es justo que el voto de una persona que se preocupa por mantenerse informado de la situación política del país valga lo mismo que el de aquel que se declara desinformado al respecto; o incluso planteamos si deberían pasar una prueba de conocimientos antes de votar. Terrasa propone la tesis del profesor de filosofía, Jason Brenan, que afirma que en general los votantes son unos ignorantes en cuestiones políticas, y propone implantar la epistocracia, que admite dos fórmulas: los ciudadanos pueden adquirir el derecho al voto si pasan un examen previo de conocimiento político básico; o bien que cada ciudadano tenga un voto pero los más competentes puedan adquirir votos adicionales.


Todos convenimos en admitir que hay un elevadísimo número de ciudadanos desinformados de la situación política y que la suma de votantes sin criterio puede condenar al resto de la ciudadanía. Incluso el profesor de ciencia política Manuel Arias admite que pese a que las propuestas de Brennan son indeseables e impracticables, el argumento moral sí es sostenible: “la necesidad de que el ciudadano se tome en serio un derecho que ha costado mucho universalizar; que se tome en serio a sí mismo”. Algunos resaltaron la crítica que el profesor de filosofía Gil Martin hace de la solución que aporta Brennan, a la que califica de paternalista y que se basa en una aversión a la democracia. 

El debate generó un cruce apasionado de intervenciones. Volvimos a contar con las siempre fervientes intervenciones de María e Ignacio. Se discutieron las dudas razonables a la propuesta, tales como ¿quién decide qué es estar bien informado?, ¿quién elige a los que eligen?, ¿cuáles son los criterios por los que una política es mala?, y se invocó al principio de igualdad, según el cual todos los votos han de tener el mismo valor, con independencia de cuál sea el resultado de estos y el peligro, como dice Manuel Arias, de “elevar al poder a un cirujano de hierro” cuando los resultados no han sido los deseados. César planteó la pregunta que Brennan formula para defenderse de las críticas: tanto el sistema epistocrático como el democrático son imperfectos y defectuosos, pero ¿qué sistema funcionaría mejor?




Luis dejó muy claro que él ve muy difícil establecer quién puede votar y cómo formular las preguntas. María quiso resaltar que le parece sorprendente que a más de los votantes españoles no les interese la política. “No creo en este dato estadístico del C.I.S., en todo caso el problema es de la formación de los que se presenta”, afirmó de forma rotunda Luiso. Antón hizo hincapié en el valor del sufragio universal e insistir en la formación. Habría que solventar el que la gente se deje manipular y establecer alguna fórmula para que evitar que voten, afirmó Manuel. Iñaki dejó muy claro que no se puede caer en el segregacionismo y Marta se manifestó de manera rotunda: no estoy de acuerdo con Brennan. Ignacio opina que la gente no es tan tonta como parece y que aunque muchos votan con el estómago no es un hecho tan problemático.

Alejandro quiso recordarnos a todos que el artículo olvida que hemos llegado hasta aquí fruto de la soberanía popular y que, como dice Dewey, nadie sabe mejor que uno mismo dónde le aprietan los zapatos. “No se puede privar a nadie del derecho al voto, ¿cómo reaccionarían los votantes excluidos?”, se cuestiona José Ángel. Amelia afirmó que votar debería ser obligatorio y Luis Miguel reivindicó la necesidad fomentar una mayor conciencia colectiva en nuestra sociedad para afrontar este tipo de limitaciones.

Al final de la sesión se puso de manifiesto el sentir de la mayoría de que a pesar de reconocer que hay un gran número de ciudadanos que votan desinformados, sería muy complicado establecer un criterio de selección que fuera justo, por lo que es necesaria una educación ciudadana a este respecto. En este sentido César subrayó la necesidad de conseguir que el ciudadano adquiera un espíritu crítico y llegar a un voto maduro forjado a través del análisis de las diversas fuentes de información que existen en nuestra sociedad. De esta forma conseguiremos tener votantes que valoren la importancia de la política y de estar informados en esta materia, y no habría necesidad de esta manera de pasar por ninguna prueba de aptitud para ejercer el derecho al voto.




Como siempre la hora de cierre se nos echó encima y nos fuimos a tomar el vino de fin de curso; no pudimos evitar seguir el debate en el bar, la relevancia e interés del tema de nuestra última sesión lo requería, aunque, ya fuera de nuestra sala de reuniones, de una forma más distendida.

                                                                                                                           Articularia


Rodrigo Terrasa Gras

Nacido en Malilla, Suecia. Licenciado en Ciencias de la Información, Periodismo por la Universidad CEU Cadenal Herrera de Valencia

En la actualidad es periodista en El Mundo.es., especializado en información política, reportajes y entrevistas. Ha sido redactor de suplemento Náutica, que se publica mensualmente con la edición nacional de El Mundo y ha sido coordinador y editor de El Mundo en Valencia.

Ha escrito artículos como Rita Barberá tras el telón, Cuánto nos cuesta la corrupción, La memoria de la guerra es un fiasco, Manual de estafa electoral, El huerto del exbanquero. Actualmente reside en Madrid.


Queremos aprovechar esta última reunión para destacar la cordialidad, el respeto y la tolerancia que se manifiesta en los debates entre los miembros del Club a la hora de expresar cada una de sus opiniones, independientemente de la tendencia ideológica de cada uno.

Gracias a todos, feliz verano y nos vemos en octubre para iniciar una nueva temporada de nuestro club de lectura de artículos de prensa.

Seguimos en contacto en nuestro apartado de comentarios e invitamos a todo el que quiera participar con sus críticas y reflexiones.

                                                       A r t i c u l a r i a

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Aportaciones que hace a la sesión José Mendoza. Las envía al no haber podido a la reunión presencial...

Te envío cuatro líneas sobre este tema por si consideras de interés incluirlas en la página del bloc.
Hace ahora cuarenta años que votamos, (Hablo de lo nuestro de España)por decirlo así, en democracia y libertad, elecciones a las que concurrieron unos 18 Partidos Políticos de los que 12 consiguieron representación parlamentaria, después en 1979 votamos para elegir concejales en todos los Ayuntamientos.
Mi opinión:
1º Es preciso que quienes se presentan a la elecciones dejen de realizar declaraciones de tipo generalista que no conduce a clarificar su posición y que tengan un trabajo o profesión al margen de la Política, que se agarran como una lapa al cargo.
2º No es de recibo que oigamos la cantidad de sandeces que salen de boca de algunas candidatos y parlamentarios.
3º ¿Por qué , en ocasiones, se nos trata como a niños o como a súbditos en vez de como a ciudadanos?
4º Los ingresos y gastos de los Partidos han de ser públicos y transparentes, no me sirve que me digan que se puede ver en la Red. Con las cuotas de los afiliados y los fondos que reciben por escaño y voto no les llega ni para café, ya sabemos que ahora se lleva esto que llaman crowfonding, no sé si se escribe asi, yo lo llamo aportaciones voluntarias.
5º ¿Por qué las promesas electorales se hacen para no cumplirlas? Tierno Galván.

Si los ciudadanos deseamos ser responsables y libres,
¿Tan difícil es decir ? Señores: Este es el presupuesto que tenemos, estas son mis competencias, esto nos viene impuesto de Europa, (Cada Estado ha cedido competencias) esto hay que aportar a la OTAN, este es el deficit permitido (2,5% sobre mi P.I.B), este es el fraude fiscal etc, en cuatro líneas se pueden explicar muchas cosas.
Es de sobra conocido que el Estado, de cada 100 euros que recauda entre 70 y son de impuestos de IRPF e IVA, obtengamos conclusiones.
¿Somos conscientes los ciudadanos de los lobis o grupos de presión que existen y que están en los Parlamentos Estatales y en la UE presionando cada vez que se presenta una Ley o Directiva para que se legisle según sus intereses y beneficios?
En función del Grupo Parlamentario que tenga el Gobierno habrá más o menos gasto para unos Ministerios u otros, si es un Gobierno con cierta sensibilidad quizás gaste más en Educación y Sanidad etc.
En los Ayuntamientos, se conocen los Ingresos y se sabe que entre el 70 y el 80% de los gastos son fijos, con lo cual, supongo, que el margen de maniobra es mínimo.
Dudo si Votar o No Votar, es determinante.
Los Gobiernos no tienen todo el Poder, quizás tengan menos de lo que creemos, existen otros Grupos que influyen en las decisiones que toman algunos Gobernantes o Alcaldes. Es de todos conocido que algunos Bancos, en ocasiones, han condonado deudas a Partidos Políticos.
Se vota:
Con la cabeza, Partido nuevo con ideas frescas, quizás consigan algo.
Con el corazón, Hay cierto sentimentalismo, admiración a un ídolo.(Hay mucho marketing)
Con las vísceras, El voto contra este o contra el otro.
Por interés, Coño, soy emprendedor, soy trabajador, tengo claros mis intereses.
Por favor recibido de un Partido u Organización, Trabajo tres meses y recibo un subsidio todo el año. Soy Alcalde de una Pedanía o pueblo pequeño como quiera arreglar un camino, que este verano no habrá agua, tengo que llevarme bien con el Presidente de la Diputación.
Por afinidad ideológica: Tengo 80 años, llevo con el puño en alto toda la vida.
Dudo que se consiguiera algo limitando el voto. Algunos que no se presentan tienen mucho Poder.
José Mendoza.

Anónimo dijo...

Antes hacer mi aportación, felicito al compañero anterior por su lección de pragmatismo y su visión clara de la situación que atravesamos.
El artículo gira alrededor de una pregunta: ¿Lo malo de la democracia es que todo el mundo pueda votar? Los defensores del liberalismo, como J. Brennan, dudan sobre si el sufragio universal wa útil para el sistema democrático. Y añaden que sería exigible al votante un mayor conocimiento del sistema y una mejor información política para que use su poder con criterio. Creo que el criterio moral que subyace es loable, pero parece ignorar que la defensa de la nación, del pueblo, es cosa de todos los ciudadanos; y obvia comentar qué sería exigible a los candidatos a cargos públicos (o se pretender volver a separar a los que eligen de los elegibles). En ambos casos quedaría sesgada la dimensión expresiva del voto, por lo que no conoceríamos realmente la voluntad popular, que quedaría sustituida por la decisión de un "seleccionado" censo de votantes.
Como hemos asistido en la España contemporánea a la lucha partidaria por manejar los censos electorales de manera interesada, restringiendo o ampliando el número de votantes según criterios que convenían al partido gobernante y sus aliados, apartando la idea de la representación democrática del pueblo soberano en un sistema parlamentario, celebro que hoy se reconozca que la historia de la democracia es la historia de la ampliación de la base electoral (hace 127 años se reconoció en España el sufragio universal masculino, y en los albores de la II República el sufragio universal femenino). Avancemos. Y sería bueno que nos ocupáramos en mejorar la vida de los conciudadanos en la línea de lo dicho en el primer comentario. Alejandro.

luismi dijo...

El camino hacia una democracia, en el sentido genuino del término, que sea el pueblo el que decide su destino, es muy difícil. Ahora es cosa de votar, pero no sólo; me explico. Pienso que en las elecciones se debería hacer, además de votar, verdadera pedagogía sobre la "cosa pública", esto es sobre la política y, además sobre la verdadera participación democrática, potenciando el asociacionismo de los ciudadanos y de la sociedad en su conjunto, para que sirva de "contra-poder equilibrante"frente al poder que ejercen los partidos desde las instituciones públicas. Esta dinámica serviría como una verdadera escuela de avance en la concepción y práctica democrática.

Anónimo dijo...

Los pueblos que se gobiernan en democracia se han organizado como democracias parlamentarias representativas, que vienen recogidas y estructuradas en las distintas constituciones de las naciones que aspiran a gobernarse de acuerdo a la voluntad popular. Por ello, el pueblo elige a sus representantes a través de los distintos procesos electorales. Esta realidad hace exigible que la formación e información de los electores y de los candidatos esté a la altura de las circunstancias que concurran en cada momento. Sería conveniente que los partido y sus candidatos ofrecieran programas pegados a la realidad, programas centrados en mejorar la vida de los ciudadanos; y que expliquen sus propuestas desde la verdad y el compromiso personal e institucional. La pedagogía política se hace en el día a día, en el cumplimiento de los programas, en la cercanía de los políticos a la nación a la que sirven... Son incomprensibles el ocultismo, el "estar en el secreto" de la cosa pública, la búsqueda de los réditos personales o de grupo que perjudican a los ciudadanos... Pedagogía política es comunicar con los ciudadanos, es analizar situaciones, descubrir aquello que se puede cambiar para favorecer la solución de los muchas situaciones injustas, favorecer la libertad de las personas y no el clientelismo, hacer normas y leyes justas, perseguir los delitos y los abusos, etc.
Las asociaciones de ciudadanos pueden colaborar al buen gobierno y al desarrollo de la sociedad, siempre desde la independencia y la libertad de acción; sus actividades y propuestas pueden cooperan al bienestar social en multitud de aspectos y son expresión de una participación democrática imprescindible. Alejandro.
La democracia no es difícil ni fácil, lo que cuenta es que la vida de las personas y de las comunidades se pueda desarrollar de acuerdo con las leyes, con los derechos y deberes que los ciudadanos se han dado.

luismi dijo...

Siguiendo mi primer comentario y la acertadisima intervanción de Alejandro, me gustaria precisar y concretar una idea que hoy, por las aportaciones que la nuevas tecnologías incorporan a la facilitación de la toma de decisiones, es muy sencilla de realizar. Esta idea es la de ir conjugando debidamente la cada vez más participativa, colectiva, y por tanto más democrática, toma de decisiones del ilimitado conjunto del tejido social, así como el control de la ejecución de las mismas, con la gestión del día que se debe hacer desde las instituciones publicas por medio de los representantes políticos. Un proceso así permitiría un mayor control "democrtico" de toda "res-pública".....

Anónimo dijo...

Luismi, es cierto que las nuevas tecnologías pueden facilitar la información, la propuesta de ideas, la aplicación y el seguimiento de éstas, etc. Una deseable consecuencia de esto sería que los ciudadanos se implicasen más en movimientos asociativos y tomasen conciencia de sus deberes y derechos políticos, y, a su vez, participasen más y más en los asuntos que competen a la comunidad próxima y a los diferentes niveles de organización del Estado en el desarrollo de sus políticas. Pero no hay que olvidar que es a los políticos y partidos elegidos por los ciudadanos en elecciones democráticas, a los que corresponde el buen gobierno de la Nación y la explicación a la ciudadanía de las medidas que van tomando en cumplimiento del compromiso adquirido con el pueblo en los programas electorales. De esta manera podremos ver como los votantes se decantarán por las opciones políticas de una forma más razonada y movidos por el deseo de lograr el bien común.
El voto universal trae consigo reflexiones como la que he hecho y, seguro, que muchas otras. Ánimo.
Alejandro.